CSWP llama a acciones obreras ante la crisis del coronavirus

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En la actual crisis sanitaria y económica desatada por el coronavirus, la clase obrera –y particularmente aquellos que viven al día– están siendo lanzados contra la cuerdas, en una situación insostenible. Muchos son obligados a tomar decisiones angustiosas cuando se trata de ir al trabajo, frecuentemente bajo inadecuadas condiciones laborales y de seguridad. Los que son despedidos de sus trabajos son dejados a su suerte. Los que tienen menos posibilidades de protegerse encaran la bancarrota financiera, agobiados por facturas médicas imposibles a pagar.

En esta crisis provocada por el novel coronavirus (COVID-19), Class Struggle Workers –Portland llama a todos los sindicatos y trabajadores a exigir lo siguiente:

  • Todos los trabajadores que no pueden trabajar como resultado del virus –incluidos aquellos que consideran que el asistir al trabajo pone en riesgo su salud– deben recibir su salario íntegro hasta que les sea posible regresar al trabajo, sin penalización ni acción disciplinaria alguna impuesta por el patrón.
  • Todos los trabajadores que sigan laborando deberán ser equipados con todo Equipo de Protección Personal necesario, siendo éste el que determinen los trabajadores mismos. Todos los centros de trabajo deben adoptar inmediatamente las medidas de seguridad necesarias, incluida la sanitización frecuente, el acceso a lavamanos, y la separación física necesaria para protegerse.
  • Los sindicatos deben defender vigorosamente la salud y seguridad de sus miembros y de otros, incluidos aquellos en los ramos laborales que han sido definidos como de servicios esenciales. Los sindicatos de los trabajadores de electricidad y de gas deberán anunciar que se rehúsan a cortar los servicios por falta de pago mientras dure la crisis.
  • Toda prueba y tratamiento médico deberá ser gratuito y estar disponible a quienquiera que lo solicite.

La actual Ley de Baja por Enfermedad de Portland permite a los trabajadores acumular únicamente 40 horas de ausencia pagada por año. Debido a que muchos negocios en Oregon han recibido la orden de cerrar por al menos cuatro semanas, la situación para estos trabajadores es terrible. Sin asistencia inmediata, podrían no sólo perder su casa, sino que incluso podrían perder también su seguro médico. Tiene que haber licencia por enfermedad ilimitada, pagada al nivel salarial pleno. Lo mismo debe valer para aquellos que necesitan cuidar de sus familiares.

Los trabajadores deben exigir que la clase obrera no sea sacrificada mientras cierran los negocios y servicios. Todos están siendo afectados. Con las escuelas de Portland cerradas, los maestros seguirán recibiendo su salario, pero el personal administrativo y de limpieza no. Protestamos en contra de esta atrocidad y demandamos que todo el personal siga recibiendo su paga.

En Seattle, el sindicato de choferes (Teamsters) está llamando a que todos los choferes de Uber y de Lyft reciban 1,000 dólares a la semana en compensación por la falta de trabajo. Esta debe ser una demanda hacia los patrones y los gobiernos a lo largo y ancho del país. CSWP insiste: en lugar de peticiones vagas de ayuda, los sindicatos deben comenzar inmediatamente a organizar para exigir pago íntegro para todos los trabajadores que han perdido horas de trabajo debido al virus.

Los sindicatos deben también emprender la formación de comités de salud y seguridad, que deben ser elegidos en cada centro de trabajo, lo mismo para trabajadores sindicalizados que no sindicalizados, para asegurarse de que todas las medidas de seguridad están siendo aplicadas para todos los trabajadores, y que todo el equipo necesario está disponible. Los sindicatos deben hacer todo el esfuerzo para asegurarse de que los trabajadores sin representación tengan también acceso a toda protección. No debe realizarse ninguna labor sino hasta que estas prácticas básicas de seguridad se realicen.

El cierre de las escuelas ha colocado a las familias trabajadoras y de bajos ingresos bajo una presión tremenda, y en las mujeres en particular, toda vez que alguien tiene que encargarse de los hijos. Las organizaciones obreras deben exigir guarderías gratuitas y de alta calidad para quienes las necesiten, con servicios educativos organizados incluidos.

El que toda persona deba tener vivienda es aún más obvio y urgente durante una pandemia. Un movimiento obrero combativo debe coordinarse con organizaciones de inquilinos y de personas sin hogar para detener los desalojos por desahucio, ocupar las viviendas vacías y las propiedades de inversión y las segundas casas de los ricos, y ocupar espacios hoteleros para proveer alojamiento para las personas sin hogar, y no inmensas ganancias a los especuladores.

Muchos de los más vulnerables en esta crisis son inmigrantes, que se enfrentan no solamente a la pérdida de sus ingresos, sin atención médica y con sus hijos sin posibilidad de ir a la escuela, sino también con la constante amenaza de la deportación. Ahora en California, Nueva York y en otras partes, el ICE está aprovechándose de la cuarentena de emergencia para hacer más redadas y arrestos. Los sindicatos deben exigir: ¡Alto a las redadas y las deportaciones! ¡Cerrar los centros de detención (campos de concentración) para inmigrantes! ¡Liberar a los detenidos para que regresen con sus familias y a sus comunidades! ¡ICE fuera de Portland!

Los partidos gobernantes están explotando la crisis: el Partido Demócrata, por su parte, azuza la histeria en un cínico esfuerzo a marcar tantos en este año electoral, mientras Trump tuitea una imagen de si mismo tocando violín mientras Roma arde, explota la crisis para instigar miedo contra “extranjeros” y dona 1.5 billones de dólares a Wall Street.

La clase obrera necesita un partido que pueda pelear por atención médica gratuita para todos, licencia pagada para todos los trabajadores que están desempleados, desplazados, enfermos o de alguna otra forma incapacitados para trabajar a causa del virus, y medidas de seguridad inmediatas para proteger a los trabajadores que deben seguir asistiendo al trabajo. Mientras se desarrolla la pandemia, la acuciante necesidad de un partido obrero revolucionario internacional no podría ser más clara.

Un movimiento obrero combativo de masas con una dirección clasista establecería comisiones obreras en los centros de trabajo para decidir e implementar las medidas necesarias, incluido el cierre ahí donde sea necesario, sin detener los pagos a los trabajadores, o bien, la continuación del trabajo productivo con la protección necesaria

A la larga, será necesaria una economía planificada capaz de redirigir la producción y distribución del equipo médico, de seguridad y de necesidades básicas, con centros de trabajo organizados con la prioridad centrada en la seguridad de los trabajadores, para pelear de forma efectiva en contra de la pandemia. Esto implica luchar para poner fin al sistema capitalista y la concomitante anarquía en la producción por el lucro privado, la incompetencia, el racismo y la explotación, y así luchar para establecer un gobierno obrero.

Con las vidas y medios de subsistencia de tantos trabajadores y oprimidos al filo de la navaja, la única salida es la lucha de clases.

Vota por Alex G. para delegado a la conferencia nacional del IUPAT

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Estimados compañeros y compañeras: me presento como candidato por ser delegado de Local 10 a la conferencia nacional del Sindicato de Pintores y Oficios Afines (IUPAT por sus siglas en inglés). En la conferencia, quiero representar los mismos principios clasistas por los cuales soy conocido en el sindicato local. Necesito su voto.

Soy pintor comercial, calificado de journeyman, graduado de nuestro sistema de aprendices. Soy un militante socialista y sindical de toda la vida. En el Local 10, los miembros me conocen por insistir en la transformación de nuestro sindicato en instrumento de lucha de todos los pintores y tayperos. Creo que muchos están de acuerdo conmigo en que nuestra unión debe estar lista para librar una huelga poderosa y eficaz para liberar a los pintores de nuestros salarios de miseria. Participé en el “comité consultivo” del contrato de 2017, exigiendo el “5-5-5” (aumento anual de $5) y un plan serio para la huelga. Encabecé la resistencia en Siegner a la aplicación espía “T-sheets.” Varios de nosotros estamos organizando a los pintores y tayperos para defender nuestra pensión contra la inagotable avaricia de los patrones, empujando el programa de escuadrones como “equipos de acción,” y enfrentando a los dirigentes que descartan las preparaciones concretas para una huelga.

Los dirigentes de nuestro sindicato ostentan como lema “la colaboración [con las empresas] rinde,” y gastan nuestras cuotas jugando al golf con los patrones. Por el contrario, insisto en que los capitalistas no son nuestros socios, sino nuestros explotadores. Lo poco que tenemos se puede defender sólo por medio de la movilización de nuestro poder de clase. Nuestro trabajo es la fuente de todas las ganancias de los patrones. Fortalezcamos a la unión mostrando a los trabajadores no sindicalizados que somos serios y que no nos dejamos intimidar. Creo en la solidaridad obrera, no en la ilusión que haya intereses comunes entre los obreros y los patrones. Esto significa que debemos oponernos al racismo y a los prejuicios antiinmigrantes en todas partes, porque lo que nos divide nos debilita frente al patrón. Quien busca envenenar al movimiento obrero con el racismo y el chovinismo es nuestro enemigo. El movimiento obrero debe exigir plenos derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes.

El local 10 llegó ser conocido al nivel nacional por nuestra toma de posición sobre estas cuestiones. Fui uno de los escritores de nuestra moción histórica que proclamó el compromiso del Local 10 para movilizarnos contra organizaciones fascistas y racistas, y estuve presente junto con otros sindicalistas en las primeras filas contra los matones de “Patriot Prayer”. El movimiento obrero tiene la fuerza para barrer a estos aspirantes a nazis, pero hay que usarla antes de que sea demasiado tarde. Ahora el consejo regional 14 del IUPAT de Chicago, y la AFL-CIO del estado de Illinois se nos han sumado al aprobar también nuestra moción antifascista. Sus palabras de apoyo deben llenar de orgullo a cada militante del Local 10. Pero hay que pasar de las palabras a la acción. Como delegado, buscaré difundir el ejemplo que han dado el Local 10 y el DC 14. Nuestra experiencia en Portland, y la historia trágica del ascenso de Hitler en los años 1930 demuestran que los políticos liberales o demócratas y sus policías no van a parar a los terroristas fascistas. Tenemos que estar preparados para defender a nuestros sindicatos y a nuestras comunidades contra estos productos mortíferos del sistema capitalista en decadencia.

Junto a otros miembros del Local 10 presenté nuestra moción de agosto de 2016 rechazando a los Demócratas como partido patronal, así como todos los partidos y políticos de la burguesía, llamando, en cambio, por un partido obrero de lucha clasista. Todos saben que Trump es un intolerante racista que odia a los sindicatos. Pero no se puede combatir a Trump con los Demócratas. Éstos, desde Bernie Sanders hasta Joe Biden, son representantes de la clase capitalista que vive de nuestro trabajo y gobierna por medio de su sistema brutal y racista de opresión y guerra alrededor del mundo. Representaré al Local 10 en la conferencia oponiéndome a cualquier apoyo a los Demócratas, o a cualquier partido patronal. En este país los patrones tienen dos partidos. Nosotros los trabajadores necesitamos el nuestro, para dirigir la lucha de clases hacia un gobierno obrero.

Para votar, hay que estar al día con la cuota de Local 10, y hay que presentarse en la reunión sindical del 15 de mayo. Llame por teléfono a la oficina sindical, 503-257-0589, para averiguar su estatus. Asista a la reunión, el miércoles 15 de mayo a las 6 p.m., en uno de estos lugares: Local 10 hall, 11105 NE Sandy Blvd, Portland, 97220; Best Western, 3125 Ryan Dr. SE, Salem, 97301; Plumbers & Pipefitters 290 Training Center 2861 Pierce Parkway, Springfield, 97477.

¿Preguntas? cswp@csw-pdx.org o 503-303-8278.

Wyatt McMinn para vicepresidente, IUPAT Local 10

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Wyatt at work
Wyatt trabajando

Quiero anunciar mi candidatura a la vicepresidencia del Local 10 de nuestro sindicato, el IUPAT (pintores y drywaleros). Actualmente, soy delegado al consejo regional de la unión (DC 5). Soy presidente del comité de activistas voluntarios (VAC) en el Local 10, y formo parte de la subcomisión de negociación del contrato. Esta última fue fundamental para liberar a los pintores del arbitraje obligatorio que estipulaba el contrato. He tenido el privilegio de cumplir dos mandatos en la junta directiva de nuestro Local. En ese tiempo formulé la propuesta para establecer el MASH Fund (fondo de asistencia para los miembros). Impulsé la traducción de los contratos colectivos al español. Además, he sido elegido tres veces como delegado al congreso estatal de la AFL-CIO. En el congreso de 2015, presenté y defendí la moción para movilizar el poder sindical contra el falsamente llamado “derecho al trabajo” (“right to work”). Representé con orgullo a nuestro sindicato en varios eventos y actividades sindicales, como nuestro contingente en el Primero de Mayo, desde hace muchos años.

Como sindicato y como movimiento obrero enfrentamos tiempos difíciles. Esto exige una estrategia para organizar a los no organizados, para unirnos a través de las divisiones gremiales contra los patrones, para oponernos a todo intento de dividirnos mediante el racismo y el sexismo, y para romper las cadenas que nos atan al partido Demócrata, como hizo nuestro Local cuando resolvimos no dar ningún apoyo a los demócratas ni republicanos, ni a ningún partido de los patrones. Como vicepresidente del Local 10, he apoyado esta estrategia, trabajando para organizar a los pintores no sindicalizados de Edwards Painting y apoyando la campaña de organización sindical en Burgerville.

El Primero de Mayo de este año nuestra consigna fue “defender a los inmigrantes, romper con los demócratas y republicanos, forjar un partido obrero de lucha clasista”. Nuestro Local se ha puesto en la primera fila al impulsar la política de usar el poder de la clase obrera para defender a los inmigrantes, movilizarse contra los fascistas y supremacistas blancos y oponerse a la legislación anti-laboral. No es secreto que nos encontramos bajo ataque – del parte de los patrones, el gobierno y otras fuerzas reaccionarias – y hay que resistir. Tenemos en nuestras manos el poder no solo para resistir estos ataques, sino para derrotarlos, en el camino a que la clase obrera llegue al poder.

En solidaridad,

Wyatt McMinn

4 de junio: ¡Fuera fascistas de Portland!

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Sindicalistas y defensores de los derechos de los inmigrantes dicen 4 de junio: ¡Fuera fascistas de Portland! Después de las elecciones de noviembre pasado, los ataques racistas aumentaron enormemente. La lista de los que son blancos de ataques de los racistas incluye a inmigrantes, musulmanes y judíos, afroamericanos, latinoamericanos, lo mismo que a los defensores de los derechos la mujer, los gays y las lesbianas. Muchos de los ataques han sido encabezados por grupos de choque fascistas como el Ku Klux Klan y por bandas de supremacistas blancos de la “derecha alternativa” [alt-right]. A principios del mes, cientos de elementos de esta calaña realizaron un mitin frente a un monumento en Charlottesville, estado de Virginia homenajeando los estados “confederados”, defensores de la esclavitud, que fueron derrotados en la Guerra Civil norteamericana. Luego marcharon con antorchas a la manera de los nazis alemanes. Para el 10 de junio, los fascistas han anunciado que realizarán acciones ominosas contra los musulmanes en una veintena de ciudades alrededor del país. Ahora, algunas de estas bandas amenazan con montar una provocación racista en el centro de Portland, el domingo, 4 de junio. Fingen defender la libertad de expresión. ¡Mentira! Estos abusivos y asesinos racistas buscan aterrorizar a la población agrediendo a los más vulnerables. Cuando el grupo Patriot Prayer (rezo patriótico) y otros se presentaron en Portland el 29 de abril, lo hicieron blandiendo bates de béisbol y palos, mientras portaban cascos y alardeaban con la bandera de los esclavistas y de los terroristas del KKK. Ahora, un tal “Based Stickman”, así tildado por su afán de golpear salvajemente a palos a manifestantes, también va a presentarse en Portland. El veneno racista que estos desgraciados escupen desemboca en linchamientos. Hay que pararlos. Los fascistas son enemigos mortales de la clase obrera. Aplastarían a los sindicatos para imponer una dictadura ilimitada de los patrones. Por eso, sindicatos locales de Portland y de la región noroeste de Estados Unidos han decidido usar su poder para pararlos. El Local 10 del IUPAT (pintores), el Local 28 del IATSE (tramoyistas), el Local 1503 de los Carpinteros, el Local 483 de los Laborers, los docentes universitarios del Local 3544 de la AFT, el IWW de Seattle, los Roofers (techadores) de Los Angeles, junto con el Consejo Regional de Carpinteros del Noroeste y la AFT Oregon (sección estatal del sindicato magisterial) aprobaron en resoluciones su disposición a “unirse a la comunidad sindical y de lucha por la justicia social para movilizarse en contra del peligro que las provocaciones del KKK y otras organizaciones racistas y fascistas representan para todos nosotros.” Ya es hora de pasar de las palabras a la acción. Portland es de los trabajadores de todas las etnias y nacionalidades. Somos numerosos y tenemos el poder social que puede parar en seco a los racistas y fascistas. Actuemos antes de que sea demasiado tarde. ¡Todos y todas a la calle el 4 de junio! Domingo 4 de junio, 12:30 p.m. en punto Terry Schrunk Plaza SW 3rd Ave. y SW Madison St. Movilización para parar a los fascistas ¡Su provocación racista es una amenaza para todos nosotros! Sindicalistas de Portland Contra los Fascistas pdxlaboragainstfascists@gmail.com (503) 683-1894
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Sindicalistas y defensores de los derechos de los inmigrantes dicen

4 de junio: ¡Fuera fascistas de Portland!

Después de las elecciones de noviembre pasado, los ataques racistas aumentaron enormemente. La lista de los que son blancos de ataques de los racistas incluye a inmigrantes, musulmanes y judíos, afroamericanos, latinoamericanos, lo mismo que a los defensores de los derechos la mujer, los gays y las lesbianas. Muchos de los ataques han sido encabezados por grupos de choque fascistas como el Ku Klux Klan y por bandas de supremacistas blancos de la “derecha alternativa” [alt-right]. A principios del mes, cientos de elementos de esta calaña realizaron un mitin frente a un monumento en Charlottesville, estado de Virginia homenajeando los estados “confederados”, defensores de la esclavitud, que fueron derrotados en la Guerra Civil norteamericana. Luego marcharon con antorchas a la manera de los nazis alemanes. Para el 10 de junio, los fascistas han anunciado que realizarán acciones ominosas contra los musulmanes en una veintena de ciudades alrededor del país.

Ahora, algunas de estas bandas amenazan con montar una provocación racista en el centro de Portland, el domingo, 4 de junio. Fingen defender la libertad de expresión. ¡Mentira! Estos abusivos y asesinos racistas buscan aterrorizar a la población agrediendo a los más vulnerables. Cuando el grupo Patriot Prayer (rezo patriótico) y otros se presentaron en Portland el 29 de abril, lo hicieron blandiendo bates de béisbol y palos, mientras portaban cascos y alardeaban con la bandera de los esclavistas y de los terroristas del KKK. Ahora, un tal “Based Stickman”, así tildado por su afán de golpear salvajemente a palos a manifestantes, también va a presentarse en Portland. El veneno racista que estos desgraciados escupen desemboca en linchamientos. Hay que pararlos.

Los fascistas son enemigos mortales de la clase obrera. Aplastarían a los sindicatos para imponer una dictadura ilimitada de los patrones. Por eso, sindicatos locales de Portland y de la región noroeste de Estados Unidos han decidido usar su poder para pararlos. El Local 10 del IUPAT (pintores), el Local 28 del IATSE (tramoyistas), el Local 1503 de los Carpinteros, el Local 483 de los Laborers, los docentes universitarios del Local 3544 de la AFT, el IWW de Seattle, los Roofers (techadores) de Los Angeles, junto con el Consejo Regional de Carpinteros del Noroeste y la AFT Oregon (sección estatal del sindicato magisterial) aprobaron en resoluciones su disposición a “unirse a la comunidad sindical y de lucha por la justicia social para movilizarse en contra del peligro que las provocaciones del KKK y otras organizaciones racistas y fascistas representan para todos nosotros.”

Ya es hora de pasar de las palabras a la acción. Portland es de los trabajadores de todas las etnias y nacionalidades. Somos numerosos y tenemos el poder social que puede parar en seco a los racistas y fascistas. Actuemos antes de que sea demasiado tarde. ¡Todos y todas a la calle el 4 de junio!

Domingo 4 de junio, 12:30 p.m. en punto
Terry Schrunk Plaza
SW 3rd Ave. y SW Madison St.

Movilización para parar a los fascistas
¡Su provocación racista es una amenaza para todos nosotros!

Sindicalistas de Portland Contra los Fascistas
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Horrible asesinato doble por un nazi antimusulmán

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 ¡Movilizar el poder de la clase obrera!
¡Fuera fascistas de Portland!

Es cuestión de vida o muerte
Es hora de definirse: ¡Todos a la calle el 4 de junio!

Declaración de la iniciativa sindical de Portland contra los fascistas

Menos de un mes después de la realización de un mitin racista en East Portland, y nueve días antes de la anunciada provocación fascista a realizarse en el centro de Portland, el mortífero terrorismo racista ha asestado un golpe en la ciudad. El asesino estuvo presente de manera prominente en el mitin racista del 29 de abril. Ahora, dos valerosos hombres que lo enfrentaron están muertos, y un tercero se encuentra herido de gravedad. Musulmanes y judíos, afroamericanos, asiático-americanos, latinos, junto con los defensores de los derechos de la mujer, los gays y las lesbianas: todos están en la mira de los racistas asesinos. Ya lo hemos dicho: las concentraciones fascistas son el punto de partida para el espantoso terror racista. Incumbe a nosotros, los trabajadores, parar a los fascistas ya.

Se ha convocado una movilización de sindicalistas y de las y los que se oponen al terrorismo racista para el domingo 4 de junio, para movilizar el poder de la clase obrera tras el llamado de ¡Fascistas fuera de Portland!

La tarde del viernes 26 de mayo, Jeremy Joseph Christian, un varón blanco de 35 años, comenzó a gritar insultos racistas y amenazas de muerte a dos jóvenes mujeres que se encontraron en el tren ligero MAX en el centro de Portland. Una de ellas es negra y la otra es una musulmana que portaba un velo (hiyab).

Cuando de manera heroica tres pasajeros del tren intentaron proteger a las mujeres, Christian sacó un cuchillo, los degolló y escapó en la parada Hollywood. Dos de los hombres murieron por las heridas sufridas, mientras que el tercero requirió cirugía por la gravedad de sus lesiones. Poco después, el atacante fue detenido por la policía y está acusado de homicidio agravado.

Christian es un fascista local bien conocido. Múltiples videos lo muestran amenazando a manifestantes durante el festival de odio en Montavilla Park en East Portland el 29 de abril. Ahora la misma organización con la que estaba entonces dice que pretende realizar una concentración provocadora en el centro de Portland a las 2 p.m. el domingo 4 de junio. Incluso están invitando a un violento provocador fascista tristemente célebre para hacer clara su amenaza.

A principios de la semana, antes del último ataque, activistas sindicales del área de Portland lanzaron un llamado urgente para una “Movilización para parar a los fascistas. ¡Su provocación racista es una amenaza para todos nosotros!” Los organizadores enfatizaron: “Fingen defender la libertad de expresión. ¡Mentira!…. El veneno racista que estos desgraciados escupen desemboca en linchamientos. Hay que pararlos”.

En los próximos días se dirá mucho acerca del estado mental aparentemente perturbado del asesino. Pero ¿qué era lo que lo motivaba para atacar a dos jóvenes mujeres, una negra y otra musulmana, al gritarles “¡Bájense del autobús y lárguense del país porque no pagan impuestos aquí!”? Se trata de un claro reflejo del racismo asesino que viene de Washington y que se intensifica en todo el país.

Hace un mes, la policía acompañó al fascista Christian alrededor del parque mientras hacía saludos nazis y amenazaba a los manifestantes. El Portland Mercury (27 de mayo) informa: “Unos cuantos oficiales de la policía presentes el 29 de abril parecían estar familiarizados con Christian, pero no se sintieron amenazados por él”. Al final de la marcha de los racistas, la ciudad les proveyó un autobús municipal para transportarlos de regreso.

La misma policía de Portland atacó la marcha anual del Primero de Mayo por los derechos de los inmigrantes con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras, acusando a los “anarquistas” cuando fue la policía la que aterrorizaba a los manifestantes, entre los cuales arrestó a 25 personas. A pesar de la palabrería que sobre la “diversidad” y la “unidad” profieren el alcalde y los políticos de los partidos patronales, el hecho es que tanto ellos como su policía están protegiendo a los fascistas.

El área de Portland es bastión de un poderoso movimiento obrero construido sobre el principio de que “un golpe contra uno es un golpe contra todos”. Los fascistas son cuerpos de choque que buscan dividir, conquistar y derrotar a la clase obrera y destruir los derechos de todos nosotros. Para parar el letal terrorismo racista y fascista es necesario –ahora, no en un futuro indeterminado– movilizar el poder de la clase obrera.

Un día antes de los asesinatos de Portland, el ILWU, sindicato de los trabajadores portuarios, paró labores en Oakland, California, paralizando los muelles, para protestar en contra de unas horcas, que representan una amenaza de linchamiento, que aparecieron en una de las terminales más grandes. El Primero de Mayo de 2015, el Local 10 del ILWU paró el puerto y marchó hacia la alcaldía de Oakland para exigir el fin del terrorismo policíaco. Ese mismo día, sindicalistas del área de Portland marcharon tras una manta que decía: “Trabajadores contra los racistas asesinatos policíacos”.

Éste es el poder que debemos movilizar para parar a los fascistas en Portland. Hacemos un llamado a todos y cada uno a tomar partido y unirse a la movilización sindical/negra/inmigrante a las 12:30 p.m. el domingo, 4 de junio, en Terry Schrunk Plaza (SW Tercera Ave. y SW Madison) para impedir que los aspirantes a Hitler organicen más acciones de terror asesino. ¡Todos a la calle el 4 de junio! ¡Fuera fascistas de Portland!

–27 de mayo de 2017

Sindicalistas de Portland Contra los Fascistas
pdxlaboragainstfascists@gmail.com
(503) 683-1894

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Sindicatos de Portland llaman a movilizarse contra el Ku Klux Klan y otras fuerzas racistas

Luego de la victoria del republicano racista, xenófobo y misógino Donald Trump sobre la demócrata guerrerista y representante de Wall Street en las elecciones presidenciales en Estados Unidos del 8 de noviembre, los fascistas encapuchados del Ku Klux Klan anunciaron que organizarían mítines para celebrar su “triunfo”. De conocer rumores que uno de esas provocaciones se llevaría a cabo en la cercanía de Portland, Oregon, el Local 10 del Sindicato de Pintores y Drywaleros (IUPAT) aprobó una moción llamando a una movilización obrera para parar en seco los linchadores del KKK y otras fuerzas racistas.

La resolución (que reproducimos a continuación) fue iniciada por militantes de CSWP (Trabajadores de Lucha Clasista de Portland). Los sindicatos locales de Carpinteros (local 1503), Tramoyistas (local 28), Estudiantes-profesores de posgrado de la Universidad de Oregon (AFT local 3544), así como el consejo regional de Carpinteros del noroeste, luego aprobaron resoluciones parecidas.

¡Movilización de los trabajadores para parar al KKK!

Considerando que en días recientes ha habido un agudo incremento en los ataques racistas y antiinmigrantes en todo el país, y

Considerando que el Ku Klux Klan ha anunciado que realizará amenazantes provocaciones en muchos sitios, y

Considerando que el KKK y otras organizaciones racistas representan una amenaza mortal en contra de los afroamericanos, los latinos y los inmigrantes, así como para los musulmanes, los LGBTT, los judíos, entre muchos otros, y directamente en contra de los miembros de este sindicato y del movimiento obrero en su conjunto, y

Considerando que las fuerzas supremacistas blancas están relacionadas con los orígenes de la legislación antisindical “por el derecho a trabajar” que se propone destruir los sindicatos para impedir que los sindicatos llevarían a la “mezcla racial” entre los trabajadores, y

Considerando que los sindicatos son tenidos como una amenaza por el KKK y otras organizaciones racistas debido a que son una organización de defensa de la clase obrera para todos los trabajadores en la comunidad.

Resolvemos que el Local 10 del Sindicato de Pintores y Gremios Conexos (International Union of Painters and Allied Trades) está listo para unirse a la comunidad para movilizarse en contra del claro y presente peligro de las provocaciones del KKK y otras organizaciones racistas representan para todos nosotros.

Resolución aprobada por los miembros del Local 10 en la reunión mensual de la membresía, realizada el 16 de noviembre de 2016 en Portland, Oregon. La versión original en inglés se encuentra aquí. ■

Sindicato de pintores de Portland dice: ¡Al diablo con los partidos patronales! ¡Construir un partido obrero de lucha clasista!

El siguiente artículo fue publicado originalmente en el Bridge City Militant No. 3, verano/otoño de 2016.

En una decisión histórica, la asamblea del Local 10 del Sindicato de Pintores y Drywaleros (IUPAT, por sus siglas en inglés), aprobó con votación unánime rechazar a los partidos Demócrata y Republicano, lo mismo que a “cualquier partido de los patrones”, y a “instar al movimiento obrero a que rompa con el Partido Demócrata y construya un partido obrero de lucha clasista”. La resolución fue presentada por miembros del CSWP, y es el resultado de años de paciente trabajo político de educación y lucha. Miembros de base del sindicato hablaron apasionadamente acerca de la necesidad de organizar nuestro propio poder como trabajadores y de sólo confiar en él.

El impulso a favor de la resolución creció debido a que los miembros del sindicato enfrentan la misma realidad espantosa que la población en todo el país: como dice la resolución, “la elección presidencial de 2016 nos ofrece ‘elegir’ entre un payaso delirante y racista, por un lado, y un representante de carrera de Wall Street” (dejamos a los lectores que decidan quién es quién). La noticia de nuestra resolución recorre el país, pasando de miembro a miembro, de local a local. Los trabajadores están hartos de que “los patrones tengan dos partidos que representan a su clase, mientras que millones de trabajadores no tienen ninguno”. Dos días más tarde, como si lo hiciera para enfatizar lo que decimos, el candidato demócrata a la vicepresidencia, Tim Kaine, promotor de la política rompesindicatos denominada con el eufemismo “right-to-work” (derecho al trabajo), arribó a Portland para participar en una exclusiva reunión en un club campestre para recaudar fondos en la que cada boleto de entrada costaba 27 mil dólares, organizada por prominentes empresarios republicanos.

Así el Local 10 dio un paso firme y significativo hacia la independencia política de la clase obrera. ¿Qué sigue? Los militantes clasistas esperan promover el ejemplo del Local 10 para promover iniciativas, aquí y en el resto del país, por lo que aboga la resolución: construir un partido obrero de lucha clasista.

A lo largo de la historia de Estados Unidos, los sindicatos han estado políticamente encadenados a uno u otro de los partidos que representan al capital, limitándose así a la imposible tarea de presionar a los representantes políticos de los patrones y a buscar al que entre ellos represente al “mal menor”. Cuando los trabajadores comiencen a movilizarse para romper estas cadenas, como esperamos en el CSWP que augure la decisión de Local 10, se abrirá toda una serie de cuestiones políticas que nunca han sido ampliamente discutidas en el movimiento obrero norteamericano. ¿Cómo debería ser un partido obrero? ¿Qué debería hacer? ¿Qué significa “lucha clasista”?

No a los verdes ni a otros seguidores quemados de Sanders

Uno de los factores que han contribuido al apoyo a favor de nuestra resolución en el Local 10, y su creciente resonancia a escala nacional, es la desilusión que sienten muchos de los partidarios de la “revolución política” de Bernie Sanders. Millones en todo el país están empezando a entender que esta “revolución” era un engaño desde el principio. Muchos de los supuestos “radicales” y “socialistas” mostraron su verdadero pelaje al alentar el apoyo a favor del senador de Vermont, que es de hecho un político del Partido Demócrata. Nosotros no. Dijimos la verdad en el número 1 del Bridge City Militant, a saber, que “quienes apoyan a Sanders ciertamente son bobalicones del partido predilecto de Wall Street: ‘energizando’ a las ‘bases’ –los trabajadores, la gente pobre, las minorías raciales oprimidas y las mujeres – para que voten a favor del partido de sus opresores que supuestamente representa un ‘mal menor’. Es pura estafa”. No nos dejemos estafar de nuevo.

Ahora que ocurrió lo inevitable, muchos partidarios de Sanders están abandonando a los demócratas para votar a favor de la fórmula del Partido Verde compuesta por Jill Stein y Ajamu Baraka. Sin embargo, el Partido Verde es un partido capitalista tanto como lo son los partidos Demócrata y Republicano. Y la línea de clase es fundamental. Aunque algunos supuestos “radicales” llaman a “romper con el sistema bipartidista”, o promueven un vago “partido del 99%” (que incluiría a buena parte de los patrones y a sus matones a sueldo, los policías), lo que importa no es número de partidos que contiendan, sino cuál es la clase que representan. Que no acepten ningún sustituto: lo que necesitamos es un partido para los trabajadores.

La plataforma del Partido Verde es un revoltijo de ilusiones liberales, evidentemente preparado bajo la influencia de cristales sanadores y vapores homeopáticos. Fundamentalmente, lo que hace es consagrar el derecho a la propiedad privada capitalista. Una vez que se acepta como base el sistema capitalista, las diversas propuestas de reforma en la plataforma del Partido Verde, algunas de las cuales se podría apoyar en lo abstracto, no son más que pura palabrería hueca.

Pero la plataforma verde tampoco es un simple conjunto de buenas ideas equivocadas. Propone un futuro de guerras imperialistas para EE.UU. siempre y cuando estas guerras sean autorizadas por las Naciones Unidas. ¿La ONU? ¿Esa covacha de ladrones que actualmente provee una hoja de parra a la ocupación de Haití y que nació en la genocida guerra dirigida por EE.UU. en contra de Corea? El partido Verde está, desde luego, a favor de la “paz”. Dice que hay que reducir el presupuesto militar norteamericano a la mitad: eso representaría un presupuesto militar anual de 350 mil millones de dólares (¡!). Bajo estas condiciones, muchos generales asesinos del Pentágono encontrarían buen cobijo en el Partido Verde. Los trabajadores con conciencia de clase, en cambio, nos oponemos a “nuestro propio” gobierno en sus guerras, intentando movilizar el poder proletario aquí y más allá de las fronteras nacionales.

El hecho de que los patrones no necesiten de los servicios del Partido Verde no lo hace menos capitalista, ni lo convierte en un aliado de la clase obrera. Se trata de un refugio para demócratas sin techo. Pero la clase obrera, la vasta mayoría de la sociedad norteamericana y la clase cuyo trabajo produce toda la riqueza del mundo, no necesita un campamento político para los desamparados. Lo que necesitamos es nuestro propio instrumento político, uno que movilice y coordine el poder que tenemos como clase.

¿Qué debería hacer un partido obrero?

Un partido obrero de lucha clasista encabezaría la lucha en las líneas de piquete y en la calle: para paralizar las ciudades en protesta contra la epidemia de asesinatos policiacos racistas. Organizaría acciones como la ejemplificada por el Local 10 del ILWU en Oakland el Primero de Mayo de 2015 en contra de los racistas ataques de la policía.

Para hacer jirones las leyes antisindicales como la Taft-Hartley y promover la sindicalización en las industrias no organizadas, montando masivos piquetes de huelga que los esquiroles no se atrevan a cruzar. Para desmantelar los campos de concentración en los que están encerrados miles de nuestros compañeros y compañeras inmigrantes, detener las redadas del ICE y exigir plenos derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes.

¿Cuántos movimientos contra la guerra ha habido? Es preciso liberar a nuestras hermanas y hermanos de clase en todo el mundo de la pesadilla de la guerra imperialista: hay que hacer huelga contra la guerra, boicot sindical a embarcar y desembarcar cargamentos bélicos. Esta lucha no puede parar y no podrá triunfar hasta que la clase obrera esté en el lugar que le corresponde, como dirigente de este país. Eso es a lo que nosotros del CSWP nos referimos con lucha clasista.

Claramente, nuestra perspectiva es hoy por hoy la de una pequeñísima minoría en el movimiento obrero. Sin duda, la mayor parte de los trabajadores sigue teniendo ilusiones en la “democracia” de los patrones y tiene la esperanza de reformarla para hacerla más justa para las personas que se encuentran en la base de la sociedad. Los actuales dirigentes de los sindicatos han hecho sus carreras sobre la base de la traición a los trabajadores y ofreciendo sus servicios para entregarnos como víctimas-votantes a los partidos patronales. La lucha por un verdadero partido obrero habrá de librarse en contra de los burócratas vendidos que dirigen hoy en día a los sindicatos.

En la actualidad, para muchos las palabras “política” y “partidos” se refieren al cínico juego electorero en busca de puestos, todo dentro de los márgenes de lo que resulta aceptable a la democracia del dólar de los patrones. La mayor parte de los países de Europa y de muchas otras partes del mundo, desde Brasil hasta la India, han tenido experiencias añejas con partidos “obreros”, “laboristas”, “socialistas” o “comunistas” que son importantes socios en la administración de los gobiernos patronales. En este país, ha habido una serie de intentos que no maduraron de construir “partidos laboristas” sobre la base de un programa diseñado para no hacer daño a los demócratas y burócratas sindicales. En Oregon y en algunos ostros estados existe el “Working Families Party” [Partido de las Familias Trabajadoras], que no es en lo absoluto un partido, sino un cínico fraude cometido en contra de la membresía sindical por parte de los jefazos. Su candidato a la presidencia es… Hillary Clinton. ¡Vaya broma!

Pero como señaló Karl Marx hace un siglo y medio, “toda lucha de clases es una lucha política”. En esta época de capitalismo decadente, toda lucha para defender los intereses más elementales de los trabajadores choca contra los límites de la propiedad privada. Lo que se necesita es un partido obrero que esté listo y dispuesto a llevar la lucha hasta su conclusión necesaria.

El hielo comienza a resquebrajarse. Mucha gente puede ver lo escrito en la pared. Nosotros del CSWP queremos llevar el mensaje a los trabajadores de todo el país de que necesitamos luchar por la independencia política. Y aunque los primeros pasos puedan ser parciales, no dejaremos de insistir en que es preciso formar el único tipo de partido que realmente puede luchar en defensa de los intereses de la clase obrera y los oprimidos hasta el final: un partido con un programa de lucha clasista que luche por un gobierno obrero. Esta lucha requiere un núcleo duro de militantes clasistas arraigados en las organizaciones obreras y entregados a la lucha por este programa. El CSWP busca construir ese núcleo. ¡Súmate a nosotros!

¡Ningún apoyo a los demócratas, republicanos ni a ningún partido patronal!

Resolución aprobada unánimemente por el Local 10 del IUPAT en su asamblea del 17 de agosto de 2016. Disponible aquí en inglés.

Considerando que los patrones tienen dos partidos que representan a su clase mientras los millones de trabajadores no tienen ninguno, y

Considerando que el presidente demócrata Barack Obama despachó a la Guardia Costera para proteger a los esquiroles en contra del Sindicato de Estibadores y Almacenistas (ILWU, por sus siglas en inglés) durante el lockout (paro patronal) de 2013-2014 de los trabajadores portuarios del Noroeste del Pacífico, y

Considerando que la gobernadora demócrata Kate Brown se opuso al –y socavó– movimiento por un salario mínimo de 15 dólares por hora en el estado de Oregon, y

Considerando que en 2014 los demócratas se unieron a los republicanos en el Congreso de la Unión para aprobar una desastrosa “reforma” del sistema de pensiones, lo que permitió a los patrones evadir sus obligaciones y estafar a nuestros jubilados, y

Considerando que los dos mandatos del demócrata Barack Obama han sido ocho años de guerras sin fin en el Medio Oriente, África del Norte y Asia, resultando en indecibles sufrimientos humanos, millones de refugiados y ataques contra nuestros derechos democráticos en este país, y

Considerando que la administración del Partido Demócrata ha deportado unos 5 millones de inmigrantes, lo que constituye un récord, y

Considerando que en todo el país, desde Oakland hasta Baltimore, la policía a órdenes de alcaldes demócratas asesina con regularidad a hombres y mujeres negras con impunidad, y

Considerando que la elección presidencial de 2016 nos ofrece “elegir” entre un payaso delirante y racista, por un lado, y un representante de carrera de Wall Street, y

Considerando que el candidato demócrata a la vicepresidencia, el gobernador del estado de Virginia Tim Kaine, apoya las leyes rompesindicatos del “derecho a trabajar” (que prohíbe contratos que estipulan la adhesión sindical de todo el personal representado), y

Considerando que los demócratas y republicanos son, y siempre han sido, partidos rompehuelgas y guerreristas de los patrones, y

Considerando que en tanto el movimiento sindical sigue apoyando uno u otro partido patronal estaríamos condenados a la segura perdición, en virtud de lo arriba expuesto

Resolvemos que el Local 10 de la IUPAT no apoya ni a los demócratas, ni a los republicanos ni a ningún partido o político de los patrones, y

Resolvemos que exhortamos al Sindicato Nacional a repudiar su respaldo a Hillary Clinton para la presidencia, y

Resolvemos que instamos al movimiento obrero a que rompa con el Partido Demócrata y construya un partido obrero de lucha clasista”. ■

Se fundó Trabajadores Internacionales Clasistas

Del Bridge City Militant, N° 3. An English translation is available here.

Ciudad de Nueva York: Se fundó

Trabajadores Internacionales Clasistas

Nueva York, 17 de agosto: TIC en la manifestación en defensa del magisterio mexicano y brasileño en lucha, parte de un día de acción trinacional Brasil/México/EE.UU.
Nueva York, 17 de agosto: TIC en la manifestación en defensa del magisterio mexicano y brasileño en lucha, parte de un día de acción trinacional Brasil/México/EE.UU.

“Ni ilegales, ni criminales, somos obreros internacionales”

Hay actualmente hasta 15 millones de trabajadores internacionales junto con nuestras familias que residimos en Estados Unidos sin tener los documentos que nos exigen los dueños del país. Carecemos de derechos democráticos fundamentales mientras realizamos trabajos duros y en muchos casos peligrosos, recibiendo una miseria como pago. Somos realmente, como escribió Karl Marx hace más de siglo y medio, esclavos asalariados.

Los trabajadores internacionales somos tratados como chivos expiatorios por todos los males que produce esta sociedad capitalista. Nos dicen “criminales” e “illegal aliens” cuando no hemos cometido ningún crimen. Se nos acusa de robar los empleos de trabajadores norteamericanos cuando hacemos faenas que nadie más quiere hacer. Nos acusan de abusar de los programas sociales cuando no somos elegibles para ninguno de ellos. De hecho, los trabajadores indocumentados pagan hasta 50 mil millones de dólares al año al Seguro Social, del cual no vamos a recibir ni un centavo.

Es más, muchos de nosotros fuimos obligados a emigrar porque nuestro propio sustento fue destruido por los tratados de libre comercio y las cruentas guerras desencadenadas por EE.UU. que han acechado nuestros países. Pero no somos mereamente víctimas. Grandes sectores de la economía norteamericana dependen de la mano de obra de los migrantes. Formamos parte íntegra de la clase obrera de este país. ¡Tenemos la fuerza para ser los protagonistas de nuestra propia liberación, y la de todos los oprimidos!

Varios de nosotras y nosotros ya hemos participado en importantes luchas sociales, de sindicalización, de solidaridad y en contra de todo tipo de injusticia. Hemos aprendido de nuestra propia experiencia, que lo que precisamos, y lo que debemos formar, es una dirección a la altura de las luchas que nos incumben, es decir, una dirección de lucha clasista.

Para hacer nuestro aporte a esta gran tarea, hemos decidido, trabajando en conjunto con el Grupo Internacionalista, formar Trabajadores Internacionales Clasistas sobre la base del siguiente programa:

¡Unión, fuerza, solidaridad! Jugar con reglas del patrón es segura perdición

En 2012, un grupo de valientes trabajadores de la panadería Hot and Crusty de Manhattan decidieron que no podían aguantar más la explotación despiadada y tomaron la decisión de sindicalizarse. Después de 55 días en la línea de piquete, ganaron. En 2015, cansados de salarios miserables y condiciones de trabajo peligrosas, cientos de trabajadores almacenistas de la tienda de materiales fotográficos B&H, inspirados por el ejemplo de Hot and Crusty, lanzaron su propia campaña de sindicalización logrando otro triunfo. Pero sabemos que toda victoria en la lucha de clases sólo es temporal mientras persiste el sistema de producción por la ganancia. ¡Sindicalizar a los no sindicalizados! La línea de piquete es la línea de clase – significa ¡No cruzar! ¡Luchamos por sindicatos combativos con dirección clasista! ¡Por la total independencia de los sindicatos frente al estado!

Los patrones nos tienen miedo, porque no tenemos miedo

En 1886, se estableció el Día Internacional de los Trabajadores, el Primero de Mayo, luego de una manifestación obrera que exigía la jornada laboral de 8 horas, y que sufrió un ataque policíaco que cobró varias vidas y llevó a la ejecución de los dirigentes obreros, los ocho mártires de Chicago. Hoy en día, 130 años más tarde, se suele imponer a los trabajadores inmigrantes indocumentados una jornada de 12 horas y una semana laboral de 48, 56 o hasta 72 horas semanales, por un salario de hambre. ¡No aguantamos más! En 2006 fue un paro de millones de trabajadores inmigrantes lo que reavivó el Primero de Mayo en EE.UU. Exigimos una reducción drástica de la jornada de trabajo y un enorme aumento salarial. Para las jornaleras y los jornaleros, sin ninguna estabilidad y seguridad de trabajo, luchamos por una sala sindical de contratación. Necesitamos seguro médico completo y atención médica, gratuita de alta calidad. En los lugares de trabajo luchamos por comités sindicales con el poder de parar la producción cuando hay condiciones inseguras.

¡Luchar, vencer, obreros al poder!

Sabemos que toda lucha de clase es una lucha política. En este año electoral de 2016, el candidato republicano azuza el odio racista en contra de mexicanos, árabes y musulmanes a la vez que hostiga a las mujeres. La candidata demócrata quiere lanzar nuevas guerras en Medio Oriente, y es responsable del golpe de estado de 2009 en Honduras. Los Trabajadores Internacionales Clasistas nos oponemos a todo partido o político capitalista. Los que no tenemos el derecho a votar llamamos a formar un partido obrero que luche por un gobierno obrero.

¡No rogamos, exigimos, plenos derechos de ciudadanía!

En su campaña electoral de 2008, el demócrata liberal Barack Obama prometió una “reforma migratoria”. Sin embargo, ocho años más tarde no hay nada. En su lugar, el gobierno de Obama ha deportado a unos 5 millones de inmigrantes. Las odiosas redadas siguen, hay decenas de miles de inmigrantes encarcelados en lo que son verdaderos campos de concentración. Llamamos a la movilización obrera e inmigrante en contra de los ataques racistas, a poner alto a las deportaciones, a cerrar los centros de detención y lograr plenos derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes.

Liberación de la mujer: tarea de todos los trabajadores

El 8 de marzo es del Día Internacional de la Mujer, que conmemora la muerte de más de 100 trabajadoras inmigrantes en el incendio del taller de sudor Triangle Shirtwaist en Nueva York en 1911, que fue la chispa para la sindicalización de la industria costurera. Hoy las trabajadoras cumplen una doble jornada de trabajo, tanto en sus empleos como antes y después en la casa, donde se les impone la responsabilidad de hacer las tareas domésticas de la familia. Están constantemente acosadas por el hostigamiento sexual y un trato desigual. Se les niega hasta el control sobre sus propios cuerpos. Las y los Trabajadores Internacionales Clasistas exigimos: al salario igual, trabajo igual. En el mundo entero, reivindicamos el derecho al aborto libre y gratuito, a decisión exclusiva de la mujer. Exigimos guarderías gratuitas abiertas las 24 horas al día. Tal como el machismo, los prejuicios homofóbicos son un arma de la clase explotadora: es deber de todo trabajador consciente defender los derechos democráticos de gays, lesbianas, personas transgénero y todos los oprimidos.

Liberación de los negros, clave para la revolución obrera norteamericana

En este país, fundado sobre la esclavitud, la opresión de los negros ha sido fundamental para el dominio capitalista. Los inmigrantes estamos bien conscientes de cómo la clase dominante busca usarnos en contra de nuestras hermanas y hermanos afroamericanos. Ya hemos visto cómo a la par de los asesinatos policíacos de negros, todos los inmigrantes están en la mira de las fuerzas represivas. La policía es el brazo armado del capital, racista hasta la médula. Exigimos, ¡Policías fuera del movimiento sindical! ¡Contra los asesinatos racistas, movilización clasista! ¡La revolución es la única solución!

Asiáticos, latinos, negros y blancos, Obreros del mundo ¡uníos!

Desde tiempos de la Primera Internacional Obrera, los trabajadores de todos los países tenemos que unir nuestras fuerzas para ganar. ¡Defendemos a nuestros hermanos africanos, árabes, asiáticos en contra del odio racista! Del Medio Oriente a América Latina, ¡luchamos por la acción obrera para aplastar las guerras imperialistas! De China a Cuba, nos oponemos a los intentos de restablecer el dominio del capital.

Los trabajadores internacionales no tenemos nada que perder más que nuestras cadenas. ¡Tenemos un mundo que ganar!

Nueva York, 12 de agosto de 2016

Para más información sobre Trabajadores Internacionales Clasistas, llame a (212) 460-0983, o escriba a internationalistgroup@msn.com ■